Por eso esperaba con la carita empapada a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí, porque ya sabes que me encantan esas cosas que no importa si es muy tonto, soy así. y aún me parece mentira que se escape mi vida imaginando que vuelves a pasarte por aquí, donde los viernes cada tarde, como siempre, la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
jueves, 11 de febrero de 2010
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